01 junio, 2007

Italianidad

1) Tener que alquilar un coche para ir de Milán a Florencia porque regresando de Basel (Suiza) a Florencia con el tren (con supuesto cambio de tren en Milán), vimos que había huelga de trenes en Italia (por cierto, de Basel a Milan era con un tren suizo).

2) Tener que cambiar los planes y las ilusiones por que una "finísima y amable persona" (tono muuuy irónico) que trabaja en el consulado italiano en Ginebra, nos dijo que no podíamos casarnos porque se habia equivocado. Quería otro documento a pesar de que nos dijo antes que ya teníamos todo. Yo debía de regresar a México, por el mismo documento que me estaba rechazando ahora (mismo nombre, mismos datos, mismo idioma) pero hecho de una segunda manera porque de la forma que lo hice solo es valida para una autoridad italiana y no para ellos... (ya se, suena raro porque NO tiene lógica). Y, frustrada, tener que escuchar la boca de ese "util" burócrata: "¿Pero porqué llora? si casarse debería de ser felicidad..."

3) No poder comprar el bono mensual del bus cuando lo necesitas y tener que esperar hasta el inicio de cada mes. No poder comprar los boletos de bus (como en cualquier otro país) en máquinas y tener que comprarlos en las tabacalerías que, por cierto, cierran para comer 2 horas al día y toooodo el domingo... osea que si te atreves a querer comprar un boleto de bus cuando esta cerrado tendrás que subirte "a la portugués", como dicen los italianos (o sin pagar). Y claro, te multarán... pero ¿Dónde fregados tienes que conseguir los boletos de bus si NO hay tabacalerías abiertas y si el chofer del bus tampoco los vende muchas veces?

4) Tener que hacer cita siempre que quieres algún servicio como cortarte el cabello, que te atiendan en una inmobiliaria, etc. A pesar de que llegues cuando NO hay ni un bendito cliente a quien atender y aún falten horas para cerrar...

5) Tener que ir a tomar un bus desesperadamente porque mi avión salía en 2 horas y yo, ingenua y confiada, pensé que podría pedir un taxi e ir tranquilamente al aeropuerto a tomar mi avión hasta México. Pensé que merecía ese taxi, ya que es un largo viaje hasta mi país pero ese día precisamente había huelga de taxis y no había ni uno solo disponible. Así que ya con el tiempo encima y con el estrés de la despedida, Mi esposo y yo tuvimos que correr hacia la parada de bus e ir a la estación porque desde ahí salen buses cada media hora hacia el aeropuerto. Ya en la estación, esperamos 15 minutos cuando pasó el bus y NO se detuvo porque iba super lleno... (al final un amable taxista con un coche normal - no un taxi- nos llevo)

6) Tener que pedirle a un amigo que pasara por nosotros para poder ir a su casa a cenar, ya que él vive afuera de Florencia, a donde sólo podíamos llegar con el bus. Como era 1o. de mayo, día del trabajo, NO había ni un sólo bus funcionando en toooooda la ciudad... ¿En qué ciudad se quedan sin transporte público durante todo un día?... claro, eso solo puede pasar en Italia...


Estos son algunos ejemplos de la italianidad (claro, también he escrito cosas buenas sobre Italia pero...) Lo siento Italia ¡Esta vez tenía que desahorgarme!

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