07 octubre, 2011

Desempleo: ¿una mala palabra?


Una de las primeras cosas que una persona te pregunta cuando la conoces o cuando la encuentras de nuevo después de mucho tiempo es: ¿A qué te dedicas?...

Cuando alguien me lo pregunta ahora pienso: ¿Y qué le respondo? ¿Qué he hecho con mi vida en estos meses o si estoy ganando dinero por alguna actividad o qué?

Quizá he viajado, encontré gente interesante, estoy tomando un curso de francés o de web design… pero parece que eso no importa. Cuando digo ‘estoy buscando trabajo porque me mudé a Italia y no tenía permiso… bla bla bla’ siento que me escuchan con cara de preocupación.

Quizá es una persona que sentía cierta admiración por mí y cuando digo eso más bien se convierte en pena ajena. ‘Ánimo, seguro algo llegará’ me dicen. Después, tal vez por rabia o por orgullo, pienso ‘pero si no deberían de sentir pena, más bien sientan algo de asombro: he buscado trabajo en tres países diferentes durante los últimos tres años (México, Reino Unido y ahora, Italia). No es tan fácil. Hay que ser competitivo, hablar los idiomas, etc…’

¿Por qué esta reacción? Crecí en una burbuja no machista (en un país machista), en donde las mujeres que me criaron actuaban ‘como hombres’. Me formaron dos mujeres independientes: mi abuela materna que sacó sola adelante a sus siete hijos siendo enfermera y mi madre que sacó sola adelante a dos niñas pequeñas. Nunca me pasó por la cabeza casarme y que mi esposo me mantuviera porque nunca viví eso. Lo normal era que mi mama (o mi abuela) trabajaran y ganaran el dinero y, para colmo, siempre me repetían esta frase: ‘tienes que estudiar y ser independiente’.

Ahora no puedo evitar sentirme culpable de que un hombre –mi esposo- me mantenga. Por eso me ha costado tanto psicológicamente la espera de mi permiso de residencia en Italia y ahora la búsqueda de trabajo. Para acabarla, en Europa me rodeo de un círculo en el cual parece que el trabajo define quiénes somos y tener una rutina parece ser lo correcto. La mayoría de los amigos cercanos tienen un doctorado o un máster y trabajan en algo interesante. No tengo ni una amiga por acá que su marido la mantenga, así que soy el bicho raro.

Tengo que llenar mis días con actividades que me invento: ir al gym, cocinar un platillo nuevo, ver una película, leer MUCHOS periódicos, chatear con mis amigos y familia, escribir MUCHO, tomar una clase de algo que me interesa…

Llenar esos espacios no es tan fácil como parece. Hay que tener motivación y curiosidad. Aprender a disfrutar de este tiempo ‘sin hacer nada’ y aprovecharlo al máximo es algo que me debo a mi misma, me lo merezco. Trato de ser productiva, de buscar oportunidades aunque escasean en este periodo de crisis, trato de enfrentar los rechazos con calma y seguir adelante. Además de la crisis, sé que el hecho de ser extra-comunitaria o de que el italiano no sea mi primer idioma, no me lo facilitará. No sé cuánto tiempo durará este periodo pero es mejor vivirlo positivamente.

Un buen amigo me dijo hace unos meses ‘La gente no aprecia lo suficiente la soltería ni el desempleo’. Esta frase me dejó pensando. Sí, es verdad que esa ‘libertad’, el no tener las ‘ataduras’ de un trabajo o de una pareja, no son suficientemente apreciadas cuando se está ahí.

Algo curioso es que uno de mis hobbies descubiertos en esas épocas en las cuales no he trabajado, me ha dado ahora la oportunidad de irme construyendo un camino en este país: esta semana he comenzado a escribir en un blog de marketing en Italia. Así que puedo combinar lo que sé (marketing) con lo que amo (escribir). Y no, no es una actividad ‘full time’ pero me enriquece. Es un reto, ya que escribir decentemente en un segundo o tercer idioma no es tan fácil como parece. Igualmente es un reto escribir textos que la gente considere interesantes y útiles.

¿Qué podría aportarles yo, ahora que no tengo una actividad permanente y ‘full time’, con la cual ganarme la vida? Pues yo les diría que no hay que etiquetar a las personas sólo por su título de trabajo o por cómo se ganan la vida, también importa lo que hacen en el inter, sus intereses, deseos, motivaciones y… hobbies.

4 comentarios:

Marcela dijo...

Hola Jess:
Te entiendo perfectamente, el periodo de estar buscando trabajo es verdaderamente un reto, porque en lo que encuentras algo te desesperas, te deprimes, te angustias o todo al mismo tiempo. Y sí, por lo general la gente siente que su trabajo es lo que las define, por ejemplo los médicos, o casos que a mí me toca ver de personas que se sienten definidas porque tienen una placa que dice Director en la puerta.
Me encantó la frase que usas de que no sabemos apreciar ni el desempleo ni la soltería, creo yo que tanta libertad nos asusta, o será que a la mayoría nos educan para vivir desde pequeños en un mundo lleno de compromisos externos, so pena de sentirnos inútiles y vacíos. Creo que lo más valioso de los tiempos de paro, es no dejarse deprimir, tener tiempo de conocerte mejor a ti mismo y descubrir qué es lo que verdaderamente te gusta hacer, de eso salen muchas cosas valiosas como nuevos hobbies, amistadas e inclusive hasta proyectos emprendedores (mmm creo que esto último sonó un poco a comercial del Tec, jejeje).
Mil gracias por escribir tan bonito y sobre todo de manera tan sincera como siempre. Quiero compartir contigo una frase muy sabia al respecto: “No hay peor tragedia para un hombre que valer menos del puesto que ocupa.”- Aristóteles.
Saludos y un abrazo desde México,
Marcela

Jess dijo...

Gracias Marce! Muchas gracias por tus comentarios positivos! =) si, hay que disfrutar cada etapa y sacarle lo mejor aunque parezca 'media oscura'... saludos desde Italia! xxx

Lina dijo...

Jess te entiendo perfectamente y la situación que describes la viví en Alemania. Como tú, vengo de una familia de mujeres independientes y de un círculo de amigas igual, que se sorprendían cuando me veían "dependiente" de un hombre. Como dices, la gente te mira con cara de preocupación y pena. Para mí esa época fue como un break en la vida después de llevar madrugando desde los 5 años, con responsabilidades escolares; la uni, el trabajo, el máster... Ese tiempo libre me devolvió a la infancia, pero siendo consciente de ello. Te admiro Jess porque tienes el valor de empezar cuantas veces sea necesario, y lo más importante de aprovechar este tiempo para conocerte a ti misma. La gente cuando trabaja, nunca tiene esta oportunidad, por eso existen las rutinas, para entretener al ser. Piensa que el tiempo libre sin conocerse a sí mismo es un tedio eterno. Cuando te conoces, sabes qué actividades te llenan y descubres otras que te hacen feliz. Por eso la gente que trabajaba mientras tú no, se preocupa, seguramente no soportarían estar consigo mismas, no se conocen... siempre es mejor una distracción que descubrir cómo hacer feliz al espíritu. Te quiero amiga!

Anónimo dijo...

‘La gente no aprecia lo suficiente la soltería ni el desempleo', esa frase me llego. Me gusta mucho cómo escribes, continua así. Disfruto mucho leerte.

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