30 octubre, 2005

La cultura del reciclaje

Ya había mencionado que el reciclaje en Suiza era un hábito muy metido en los huesos de los suizos y he vivido el colmo de ello. El departamento de Laurent era bastante austero, era un típico depa de estudiante: 2 sillas de plástico (una blanca y otra negra), 1 solo cuchillo (que no cortaba), 2 vasos (uno de ellos era de cerveza) y 4 tasas (una de cada color y de diferentes tamaños y diseños) y ningún lugar para colgar ropa (todo tenía que estar doblado y, muy a mi pesar, tuve que doblar mi abrigo de gamusa en su armario). Uno de los rincones estaba adornado con botellas vacías que eran como "sus trofeos". El escritorio, un colchón con un hueco en medio, el sillón, la mesa, los platos, las almohadas, las sábanas...todo era de otra persona (padres, tíos, abuelas) antes de ir a dar a su depa.

Ahora que hemos remodelado (por petición mía) el departamentito de Laurent en Basel, hemos tenido que obtener bastantes cosas que hacían falta, unas compradas y otras regaladas. Laurent insistía en no comprar nada y llevarse todo desde casa de sus padres: lámparas, tapetes, floreros, cajonera, plantas, vasos, sábanas..."¿Para qué comprar cosas nuevas si ya las hay viejas pero que sirven?"

A mi me encantaría que el depa tenga un estilo propio y juvenil, no que tenga varios objetos viejos de diferentes estilos...¿Es eso demasiado materialista? ¿Demasiado consumista? parece que para un suizo, lo es.

Por fin fuimos a IKEA y compramos varias cosas a pesar de que Laurent las consideraba innecesarias: una cortina de baño mucho más linda, un tapete de baño moderno, un perchero para colgar mis abrigos, un portaretratos para 7 fotos, accesorios para la cocina, sillas de madera, una lámpara de suelo, cajas grandes de cartón con dibujos bonitos y un nuevo colchón.

Yo estaba feliz en IKEA, se me iban los ojos para cualquier lado: muebles preciosos y baratos. Cuando tomaba un nuevo objeto para ponerlo en el carrito de las compras escuchaba: "¿Por qué no vemos primero si ya tiene uno mi mamá que no use y que quiera regalarnos?" y yo le ponía cara de "¡Basta de reciclaje!" Hasta me lo imaginé diciéndome cuando estemos a punto de casarnos: "¿Para qué compras un vestido nuevo de novia? ¿No quieres ver si mi mamá te regala el que ella usó? Está nuevo, sólo lo usó una vez. La moda de los 70s está regresando..."

Por fin llegamos a nuestro nidito y puse "el toque femenino". Mi novio aceptó que el lugar (que sólo cuenta con 35 metros cuadrados) se veía bastante mejorado, ahora sí parecía el depa de alguien de 25 años y no de un estudiante de 17.
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